lunes, 5 de marzo de 2007

Necesarios















Necesito esa voz que me susurra

que se resbala, densa,

sobre la piel oscura de la noche.

Me invade en esa forma

el misterio lejano de un despertar profundo

y amo el brillo marchito de la tarde.

La tempestad estalla

en la garganta ronca del silencio

y logro acurrucarme en tu pecho convulso.

Mi cuerpo se estremece

y mis ojos te buscan

con el brutal anhelo

de una urgencia imperiosa.

Necesito ese límite impreciso

donde la boca llena su bolsa de palabras,

y los labios se tienden

al espacio extendido de tu círculo.

La destrucción es todo:

Negra laguna ciega suspendida en tus ojos,

miradas en la sangre,

turbios ecos del miedo,

donde el dolor no existe,

ni se refleja el mundo,

ni parece que el tiempo

haya existido nunca.





1 comentarios:

A las 17 de marzo de 2007, 16:44 , Blogger un hombre virtuoso ha dicho...

Te he "recorrido" de principio a fin y bueno, he quedado impactado, por la fuerza de las palabras y también un poco por su fondo... no sé, atormentado... espero que la poesía sea una forma de... de eso, como tu bien dices, de resguardarte y dar salida a tus demonios interiores. En cualquier caso... cuídate mucho, ¿de acuerdo?

 

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