sábado, 24 de marzo de 2007

Palabras




Un momento tan solo.

Y se absorben la sombras desde tu voz abierta.

Tiemblan tus labios cálidos

en la penumbra ciega,

donde esperan todas esas palabras

que el viento terminó por enterrar.

Los sueños se derraman como un sudario negro

y recuerdan que el tiempo ya pasó.

Nada queda.

La muerte, si se acerca a esta orilla,

sólo se encontrará

estas nieblas malditas de la desesperanza .

3 comentarios:

A las 24 de marzo de 2007, 10:46 , Anonymous Anónimo ha dicho...


Está claro
lo has dicho todo.

 
A las 25 de marzo de 2007, 20:29 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Tienes una voz propia en tus textos. Me sacuden al leerlos.

 
A las 26 de marzo de 2007, 13:25 , Blogger un hombre virtuoso ha dicho...

Como siempre, duro y desesperado.
Un abrazo amiga mia.

 

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