Dentro del frío polar
Poesía para resguardarse
sábado, 31 de marzo de 2007
miércoles, 28 de marzo de 2007
Lunas

El misterio es atroz.
El dolor se conjura entre los labios secos
y susurra en la sangre un vapor corrosivo.
Porque tu voz no está,
porque tu luz no existe.
Y quiebran los espacios
las aterradas sombras de la tarde.
Monótonos, descienden hasta mis dedos húmedos,
los hilos de la noche, encendida en recuerdos.
Tu cuerpo se reduce en el cristal oscuro
a una cáscara rota en el umbral del sueño.
Las nubes se desgranan en un rumor oscuro
que no encierra horizontes.
Y eres tú, sin embargo,
quien llama ante mis puertas.
Y el silencio me invade.
sábado, 24 de marzo de 2007
Palabras
Un momento tan solo.
Y se absorben la sombras desde tu voz abierta.
Tiemblan tus labios cálidos
en la penumbra ciega,
donde esperan todas esas palabras
que el viento terminó por enterrar.
Los sueños se derraman como un sudario negro
y recuerdan que el tiempo ya pasó.
Nada queda.
La muerte, si se acerca a esta orilla,
sólo se encontrará
estas nieblas malditas de la desesperanza .
domingo, 18 de marzo de 2007
Angustia

Despertar de tu voz,
sobre la sangre seca de la noche.
Y enterrar en mi boca
sus inquietantes ecos .
Jugar a que te creo,
y pensar que ya vuelves a mis brazos abiertos.
Tiembla un dolor antiguo que se esconde en mi pecho
y precipita el sueño de todas tus miradas.
Si tus ojos se alejan
todo el amor del mundo se ha perdido,
y apura la tragedia todos sus escalones.
Amor,
yo ya no sé si morirme de pronto,
que el mal se catapulte hasta mis ojos pálidos,
y desdoble el silencio mi cantidad de ser.
Mi sed ya no te encuentra en las horas amargas
ni puede detenerse ante tanto dolor.
Y un terrible vacío
responde ante el clamor de mis palabras.
jueves, 15 de marzo de 2007
Dolor

contenerte en mi llanto.
Gimen las horas solas como animales solos,
y en la penumbra claman con su estertor de tumba.
Tú no sabes del miedo,
del poder del silencio,
de la terrible angustia
en las redes ocultas tras los ojos.
Tú nunca te atreviste
a venir a mis huecos y
descubrir las sombras.
Todo el poder del mar se levantó de pronto
y arrasó con su furia mis manos inocentes.
Me trataron las gentes,
me calmaron los ánimos,
todo volvió a los cauces
serenos de la noche.
Pero una gran cortina de hierro
separó nuestros mundos
y solo los recuerdos me permiten
vivir, con sobresaltos.
Es solamente esto que yo puedo decir.
martes, 13 de marzo de 2007
Musa

Solo sé que me mientes.
Y que es irreparableel dolor de tu sangre
que me empuja al abismo
Quiero gritar. Tan sola
en el ciego estertor
de las miradas quietas
Tus labios y mi asombro,
ese tenue aleteo
donde tiemblan de miedo
mis esperas de verte.
Mis manos y tu voz,
y ese terror de mares infinitos
cubriéndome de dudas.
Sé tan solo que quiero
despertar de este sueño que amenaza
con quebrantar mis ojos.
Y volverme una fábula implacable.
jueves, 8 de marzo de 2007
Contemplacion
Los instantes se nutren
de paródicos sueños.
Son, en la realidad, el enlace cobarde
de un batallón de días sucesivos.
Te miro y me destruyo:
contemplo cómo el aire
succiona tu olor denso.
Y el animal se adentra
en el temblor borroso de la nada.
Es cierto que el destino
lanza sus redes negras,
y estremece tus párpados
llenos de tempestades.
Te contemplo y me pierdo:
miro cómo la noche
se fragmenta en tus ojos.
Y el tiempo se detiene
ante tu voz inmensa.
martes, 6 de marzo de 2007
lunes, 5 de marzo de 2007
La luz no llega

Descubro esta insaciable pesadilla
de encontrar en mis manos el silencio.
Los labios de la noche
estremecen su miedo convulsivo
ante el terror salvaje y subterráneo.
Somos el miedo mismo.
Esa imagen sin ojos
que se agrieta en los dedos arrugados
de tu boca entreabierta.
Lucho, me desvanezco,
pero quiere el misterio
que todo permanezca
en esta fosa abierta entre mis pechos.
Sombras entre las sombras,
y esa voz de espesura reclamando la noche.
Necesarios
Necesito esa voz que me susurra
que se resbala, densa,
sobre la piel oscura de la noche.
Me invade en esa forma
el misterio lejano de un despertar profundo
y amo el brillo marchito de la tarde.
La tempestad estalla
en la garganta ronca del silencio
y logro acurrucarme en tu pecho convulso.
Mi cuerpo se estremece
y mis ojos te buscan
con el brutal anhelo
de una urgencia imperiosa.
Necesito ese límite impreciso
donde la boca llena su bolsa de palabras,
y los labios se tienden
al espacio extendido de tu círculo.
La destrucción es todo:
Negra laguna ciega suspendida en tus ojos,
miradas en la sangre,
turbios ecos del miedo,
donde el dolor no existe,
ni se refleja el mundo,
ni parece que el tiempo
haya existido nunca.
viernes, 2 de marzo de 2007
jueves, 1 de marzo de 2007
Espanto

Asusta este dolor,
este crujir de huesos
en los latidos secos de la vida.
El corazón se agolpa,
quiere salir del pecho
y buscar el refugio
de la dulzura loca de tu aliento.
Mis manos te reclaman
con la fuerza imparable del instinto.
Y cuando las paredes
y las puertas se abren,
una distancia enorme
se hace niebla espesísima.
Tu voz se difumina,
y mis dedos se rompen
en los pedazos tristes de la noche.
Y un gran ojo me observa
desde el confín del hielo.
Cíclope que en el sueño
desgarra mi silencio
con golpes meditados.